martes, 2 de agosto de 2011

Cosas de Campamento!

Prometí que contaría muchas cosas que han llenado mi 2011. Y no solo el mío. El de todos mis amigos más cercanos (que creo que son los únicos que me leen) también. Y claro, una de las cosas más importantes y significativas ha sido para nosotros el campamento de jóvenes que realizamos en nuestra Ibagué. 

Fue maravilloso. Todo de él. Pero más allá de un campamento y de lo genial que es disfrutarlo, hay meses y meses de trabajo. Hay horas de planeación y sacrificio. Esto no significa que sea malo. De hecho, es lo mejor. Es lo que nos une como grupo, como amigos, como cómplices. El recuerdo de los meses antes del campamento está saturado de muchas cosas divertidas. Risas, risas... =)

Recuerdo el día en que nos reunimos por primera vez para empezar a planear algunas cosas básica. Fue una tarde de diversión más que de planeación. Claro, no lo digo por mí, que siempre imparto seriedad al grupo (:P) Pero bueno, si ellos querían divertirse yo no tenía el corazón de arruinárselo. La imaginación desbordaba, inventando canciones maravillosas de la nada, diseñando al mejor estilo y con los más exclusivos materiales un letrero de bienvenida.... ah! Qué habilidades las que tenemos!

El trabajo previo también incluía visitas al campo real. Y claro! Con este tremendo estado físico, ¿cómo no hacer las pruebas nosotros mismos antes de imponérselas a otros? Corrí, nadé, escalé... todo para demostrarle a los demás que sí se podía. Mis mejores momentos de las vacaciones están en esa finca, bajo el caliente sol de verano en Ibagué, con mis buenos amigos. 

Los días corrieron y rápidamente empezó el campamento. Sin darnos cuenta de un momento a otro empezamos a correr entre rostros diferentes, llevando y trayendo, recogiendo, recortando. Todos estaban acá! Una noche de bienvenida al estilo cocinero nos abrió las puertas a un gran fin de semana. Creo que todos disfrutamos haciendo galletas esa noche. 

Y claro. La tarde deportiva que llevamos planeando varias semanas. No todo fue tan maravilloso ni fácil como lo dibujamos con palabras. Aún así, y a pesar de la hora pico en la piscina, de la pista de jabón (que al final de jabón solo tenía el nombre), el techo de bombas que resultó ser más un tendedero de ellas, terminamos disfrutando lo que hicimos.



... Fue maravilloso. Los amigos, los de siempre y los nuevos. Los dramas, las trasnochadas haciendo "soñar las bolsitas" ... hasta las embarradas a la fuerza! Cada cosa disfrutada confirmó que valió la pena todo.

Y eso no es nada ... Fuimos realmente privilegiados. El sábado en la noche algo que nadie esperaba sucedió de repente. Un invitado... uno de los mejores artistas de talla internacional. Conocí a Jesús Adrián Remeros en persona... y, a que no me lo creen! Logré tomarme una foto con él! ...   


Sí. Todo marchaba tan bien! Y la noche de gala, la última, llegó como ese anhelado evento por el que estuvimos esperando todo el año. Todo estaba listo. Y cada uno con sus mejores galas se ponía presto para disfrutar de la velada. Al mejor estilo Hollywood entraban las parejas, una tras otra, anunciados por una fuerte voz que llenaba el recinto. Todo era perfecto allí. Pero, cuando nosotros creemos que todo está bajo nuestro control es cuando nos damos cuenta que no. Una gota mojó el intachable vestido de una bella jóven. Luego otra cayó sobre la mejilla de áquel. Cada vez más grandes, fuertes y constantes. Pronto llegó la lluvia y de un momento a otros, los elegantes campistas corrían de un lado a otro, para evitar mojarse. 

La luz se nos escapó, llegó la tormenta, se dañó la ambientación, tuvimos que apagar el sonido... hasta los cabellos de algunas se rebelaron contra nosotros. Jajaja... Terminamos en un lugar común y corriente haciendo algo común y corriente! Aún así, todo eso nos enseñó una lección. Al menos a mí. Dios nunca nos dejará abandonados. Y es cuando creemos que lo hemos perdido todo que él aparece y actúa. Es cierto que nada esa noche salió como lo esperábamos. Pero finalmente, salió bien. No a nuestra manera. Pero, quién soy yo para cuestionar los planes y las obras de alguien mayor que yo?

Finalmente, el campamento había llegado a su fin. Un último día bañado de nostalgia. Las despedidas no son lo mío. No me gusta decir adiós. Pero es peor no despedirme (hasta podría pasar por maleducada!) así que, a ponerle la cara a todos los "hasta luego" que llegaran. Fotos, sonrisas, abrazos... Se terminó! 




Finalmente, pasó el fin de semana que más esperamos por medio año. Y valió la pena! 

... and, thanks for reading! Y claro, lo que pasó después del campamento, es también una gran historia. Pero, por lo mismo, es otra historia. Y será contada a su tiempo.

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