martes, 23 de agosto de 2011

About a Friendship!

Pocas cosas duran en la vida. Pocas veces se tiene la fortuna de encontrar una buena amistad. Yo la he tenido y hoy quiero contar la historia.

Fue hace seis años (mas o menos) cuando conocí a la niña más antipática que jamás hubiera visto. Un 31 de diciembre, casi media noche. La gente se movía, todos corrían, gritaban, cantaban, reían. Estábamos en casa, reunidos en familia. Y ella llegó con la suya (que venía a saludar) y se escudaba bajo el pretexto de leer. Yo, que amo la lectura, pensé de inmediato: "Anda, que niña más ñoña. ¿Leyendo un 31 de Diciembre?" Y bien, aún cuando de entrada me pareció extraña, pregunté qué era lo que leía. Ella misma no tuvo la decencia de responder, si no que fue su mamá quien me dijo: Lee inglés. "Pffff" pensé, "qué pretexto más rebuscado". De ahí en adelante, la niña que leía inglés el 31 de diciembre cambió mucho de mi vida.

No fue -ni es, ni será- la mejor forma de empezar una amistad. De hecho, no empezó ahí. Si algo empezó fue una antipatía mutua. Ella me miraba con recelo, yo la devolvía igual. No me interesaba formar amistad, aunque mis papás me dijeran cada día que debía hacerlo. Yo, que en ese momento atravesaba por un duelo de cambio de ciudad y amigos, no tenía intención de conocer otras personas. Bastaba con ir al colegio cada día y seguir la rutina agotadora. Pero fue exactamente eso lo que haría coincidir nuestros caminos mucho antes de lo que yo imaginaba.

Antes del encuentro decisivo hubo un par de visitas ocasionales a mi casa, pero eran cosas de mis papás. A ver una película, a un estudio bíblico. Y yo seguía en mi cascarón de indiferencia y ella en el suyo de arrogancia. Pero esos encuentros empezaron a debilitar la resistencia.

Un día iba caminando sola para el colegio (que queda a unos 20 minutos de mi casa, caminando). Me gustaba ese tiempo, porque podía pensar, orar, contemplar el todavía oscuro cielo del amanecer en Ibagué. Aún así, ese día tenía ganas de hablar con alguien más. Y de repente, vi una silueta "familiar" unos metros adelante. Creo que, inconscientemente yo empecé a caminar más rápido y ella, más despacio. No había caído en cuenta de que ella estudiaba en el mismo colegio que yo.
- "Hola" dije para empezar...
- "Hola" respondió...

Ahí empezó todo. ¿Cómo resumir ahora tantos años de aventuras? Pero, vale la pena. Vale la pena por que esta amistad ha sido una bendición. Un regalo. Y agradezco por ello.

Después de ese primer día de camino al cole, era una aventura ir y venir juntas cada día. Empezó una camaradería, una complicidad. Los primeros secretos importantes, las confesiones de rigor ("Sí, usted me caía mal" "Ah sí? Usted también", "No me gusta ese peinado suyo" "Usted parecía una bola") ... Caminatas iban y venían. Personas llegaron a nuestras vidas. Erika y Daniela, ¿cómo olvidarlas?
Luego, el ir juntas a la reunión de oración. Películas en mi casa, en la suya. Salidas al parque. Jeandays en el colegio, viajes a las conferencias de Puerto Boyacá. Viaje a Pereira. Tarjetas. Mensajes.

Esa persona que meses atrás se había ganado mi antipatía ahora era mi amiga inseparable y portadora de mi cariño. Y fue cuando ella tomó la maravillosa decisión de seguir a quien nunca falla. Jesús llegó a su vida. Viví de cerca su crecimiento espiritual, su bautismo, su primera biblia (que es igual a la mía) ... Ah! Recordar es vivir, y más cuando son recuerdos tan gratos.

           Cumpleaños 17 de Jes- Septiembre de 2007

En Puerto Boyacá - Octubre de 2007

En el colegio, con el grupo de amigas de Jes - 2007

Frase que rescato de estos maravillosos años es: "Uno nunca sabe". Hahaha... amo tantas cosas que hemos construido. El peinado de recién levantada, cual Cleopatra en su esplendor, la pijamada en su casa donde me gané la enemistad de Gis. Las clásicas tardes de películas y onces en mi casa. Los pancakes con miel y salsa de chocolate... Aw, hemos vivido amiga. Hemos sido testigas de un crecimiento mutuo. Dos niñas se enfrentaban a la vida. Y se apoyaron mutuamente lo mejor que pudieron. Vinieron "Margaritas" y "Sunflowers". Los sueños se hacían cada vez más grandes, más cercanos. El colegio terminó. Cada una tenía que hacer un nuevo camino ahora, separado de el de la otra. Pero eso no significó nunca el término de esta amistad.

                                              En el matrimonio de los papás de Jes - 2008

Debo decir que, como todas las historias, esta también incluye dolor y sufrimiento. Hubo peleas, discusiones, distanciamientos... pero también reconciliaciones, perdón. Es por esto que, esta señorita es mi AMIGA y más que eso, mi HERMANA. No es una amistad efímera, pasajera o vana basada en intereses. Es una que ha tenido que pasar adversidades y aún así, hoy sigue en pie, luchando pero firme.

                                                                               Multicentro, Enero de 2011


                                                                                 Columpios, Junio de 2011

Hoy quiero decir que he aprendido a querer a mi amiga, tal y como es. Que es precisamente lo que ha caracterizado esta amistad. No hay que cambiar o fingir ser alguien más. Amo ser simplemente yo. Poder decir bobadas y hacer locuras, y que ella se ría. Poder decir que soy torpe, que no sé qué hacer, que estoy triste, que quiero llorar, que soy imperfecta, y que ella esté ahí para escucharme, para ayudarme (aunque sea como espectadora). Poder sentirme mal y de repente sacar una sonrisa con un dulce punto positivo. Es lo máximo. Amo esta amistad y más aún... amo a mi amiga.

En verdad me quedo corta. No es posible enmarcar ni contar todo en simples líneas. Pero quiero, una vez más, dar gracias. Sinceras y enormes gracias. A Dios, por regalarme a la mejor amiga del mundo. Y a ella. Por estar dispuesta a serlo ♥

A mi amiga, Jesica Guzmán. Más conocida como Jes, JesGuz, Gordi... :)


martes, 2 de agosto de 2011

Cosas de Campamento!

Prometí que contaría muchas cosas que han llenado mi 2011. Y no solo el mío. El de todos mis amigos más cercanos (que creo que son los únicos que me leen) también. Y claro, una de las cosas más importantes y significativas ha sido para nosotros el campamento de jóvenes que realizamos en nuestra Ibagué. 

Fue maravilloso. Todo de él. Pero más allá de un campamento y de lo genial que es disfrutarlo, hay meses y meses de trabajo. Hay horas de planeación y sacrificio. Esto no significa que sea malo. De hecho, es lo mejor. Es lo que nos une como grupo, como amigos, como cómplices. El recuerdo de los meses antes del campamento está saturado de muchas cosas divertidas. Risas, risas... =)

Recuerdo el día en que nos reunimos por primera vez para empezar a planear algunas cosas básica. Fue una tarde de diversión más que de planeación. Claro, no lo digo por mí, que siempre imparto seriedad al grupo (:P) Pero bueno, si ellos querían divertirse yo no tenía el corazón de arruinárselo. La imaginación desbordaba, inventando canciones maravillosas de la nada, diseñando al mejor estilo y con los más exclusivos materiales un letrero de bienvenida.... ah! Qué habilidades las que tenemos!

El trabajo previo también incluía visitas al campo real. Y claro! Con este tremendo estado físico, ¿cómo no hacer las pruebas nosotros mismos antes de imponérselas a otros? Corrí, nadé, escalé... todo para demostrarle a los demás que sí se podía. Mis mejores momentos de las vacaciones están en esa finca, bajo el caliente sol de verano en Ibagué, con mis buenos amigos. 

Los días corrieron y rápidamente empezó el campamento. Sin darnos cuenta de un momento a otro empezamos a correr entre rostros diferentes, llevando y trayendo, recogiendo, recortando. Todos estaban acá! Una noche de bienvenida al estilo cocinero nos abrió las puertas a un gran fin de semana. Creo que todos disfrutamos haciendo galletas esa noche. 

Y claro. La tarde deportiva que llevamos planeando varias semanas. No todo fue tan maravilloso ni fácil como lo dibujamos con palabras. Aún así, y a pesar de la hora pico en la piscina, de la pista de jabón (que al final de jabón solo tenía el nombre), el techo de bombas que resultó ser más un tendedero de ellas, terminamos disfrutando lo que hicimos.



... Fue maravilloso. Los amigos, los de siempre y los nuevos. Los dramas, las trasnochadas haciendo "soñar las bolsitas" ... hasta las embarradas a la fuerza! Cada cosa disfrutada confirmó que valió la pena todo.

Y eso no es nada ... Fuimos realmente privilegiados. El sábado en la noche algo que nadie esperaba sucedió de repente. Un invitado... uno de los mejores artistas de talla internacional. Conocí a Jesús Adrián Remeros en persona... y, a que no me lo creen! Logré tomarme una foto con él! ...   


Sí. Todo marchaba tan bien! Y la noche de gala, la última, llegó como ese anhelado evento por el que estuvimos esperando todo el año. Todo estaba listo. Y cada uno con sus mejores galas se ponía presto para disfrutar de la velada. Al mejor estilo Hollywood entraban las parejas, una tras otra, anunciados por una fuerte voz que llenaba el recinto. Todo era perfecto allí. Pero, cuando nosotros creemos que todo está bajo nuestro control es cuando nos damos cuenta que no. Una gota mojó el intachable vestido de una bella jóven. Luego otra cayó sobre la mejilla de áquel. Cada vez más grandes, fuertes y constantes. Pronto llegó la lluvia y de un momento a otros, los elegantes campistas corrían de un lado a otro, para evitar mojarse. 

La luz se nos escapó, llegó la tormenta, se dañó la ambientación, tuvimos que apagar el sonido... hasta los cabellos de algunas se rebelaron contra nosotros. Jajaja... Terminamos en un lugar común y corriente haciendo algo común y corriente! Aún así, todo eso nos enseñó una lección. Al menos a mí. Dios nunca nos dejará abandonados. Y es cuando creemos que lo hemos perdido todo que él aparece y actúa. Es cierto que nada esa noche salió como lo esperábamos. Pero finalmente, salió bien. No a nuestra manera. Pero, quién soy yo para cuestionar los planes y las obras de alguien mayor que yo?

Finalmente, el campamento había llegado a su fin. Un último día bañado de nostalgia. Las despedidas no son lo mío. No me gusta decir adiós. Pero es peor no despedirme (hasta podría pasar por maleducada!) así que, a ponerle la cara a todos los "hasta luego" que llegaran. Fotos, sonrisas, abrazos... Se terminó! 




Finalmente, pasó el fin de semana que más esperamos por medio año. Y valió la pena! 

... and, thanks for reading! Y claro, lo que pasó después del campamento, es también una gran historia. Pero, por lo mismo, es otra historia. Y será contada a su tiempo.